Estoy asistiendo entrevistas desde los 17 años, en donde obtuve mi primer trabajo y ninguna, aunque no lo parezca, son iguales.
Al principio cuando no tenía nada de experiencia siento que era fácil porque ¿Qué iba a explicar? si lo único que había hecho mi vida colegial era y que estudiar, fregarle la paciencia a mis padres y actuar como la propia niña rebelde que quiere hacer lo que se le venga en gana... pero claro, ante los panas entrevistadores, yo era una niña linda, bella y juiciosa de su casa que nunca partía un plato. Siempre lo he dicho, si las empresas nos vieran como actuamos en la casa, quizás nunca nos contratarían.
Pero bueno, más o menos esas es la tónica de las entrevistas hasta durante la universidad, ¿qué haces?, ¿qué has hecho?, ¿qué quieres hacer?, una que otra prueba psicológica que terminas odiando y si son muy largas sales con el cerebro hecho un teletubie...
La cosa se empieza a poner "peliaguda" cuando ya tienes una historia de vida importante, (porque ni modo que durante mucho tiempo vayas a decir que no has hecho nada), y como en todo, has tenido muy buenas épocas y otras nefastas. Contar con tus buenas épocas no es problema puesto que todo es color de rosa, pero en cambio con tus malas épocas es muy chimbo porque te tienes que armar de una serie de historias, modificarlas, remodificarlas, analizarlas, volverlas a modificar, creértelas, etc., para evitar decir "mi jefe era un verdadero cabrón y tanto como mis compañeros y yo nos fuimos de esa porquería de empresa que tiene directores tan mediocres y déspotas como ese imbécil".. falacias falacias que cuando estas en el momento en donde te sientes que has cometido un poco de crímenes, tienes que poner tu cara dura y seguir la cuestión hasta el final (¡primero muerta que bañada en sangre!).
Sin embargo, eso es parte de todo, algunas entrevistas le dan importancia a unas cosas en tu curriculum y otras que no, hay veces en que te agarran fuera de base con alguna pregunta técnica, y hay otras en donde te preparaste para todo ese tipo de preguntas, y pues ni le interesan al entrevistador.
En realidad, y como en toda relación humana, es como asistir a una cita a ciegas, a veces te encuentras a tipos estupendos pero que no te llaman la atención, hay otras en que sucede todo lo contrario, y otras en que simplemente se reduce a una cuestión de "feeling"; y cuando hay más entrevistadores, es como si además es como si se pasara por la prueba de fuego de "caerle bien a los amigos".
En uno de mis trabajos, tuve la oportunidad de entrevistar a las personas, y definitivamente las escaneas, preguntas ciertas cosas que pueden llamarte la atención, otras que recuerdas que te hayan preguntado y otras como "conchita de mango" a ver si pusieron algo en su currículum que no fuera cierto
Conclusión, todo se vale en el juego de la ruleta rusa...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario