La investigación se ha dirigido a la dimensión social de la movilidad, al estudiar la forma en que los habitantes de Turgua, zona rural del municipio El Hatillo perteneciente al Área Metropolitana de Caracas, se relacionan con los Sistemas de Transporte Público que le sirven. Basándose en preceptos teóricos sobre el espacio urbano, la movilidad y el nivel de vida, el estudio es de tipo descriptivo y correlacional, su diseño es de campo utilizando métodos cualitativos y cuantitativos.
Caracas, para el año 2001, contaba con una población de 3.226.966 habitantes, catalogada como Metrópolis, presentaba una débil integración del espacio urbano, un 16% de la construcción estaba destinada a la vialidad cubriendo apenas el 30% de la demanda para la fecha. En la actualidad, el 20% de los viajes se realizan el vehículo particular, ocupando el 80% de este espacio, mientras que el 80% de los viajes se realizan en transporte público, los cuales ocupan el 20% del mismo. El transporte público es catalogado como de mala calidad, con poca oferta en relación a la demanda existente y un marco legal pobre y ambiguo.
Turgua es una población que presenta condiciones de pobreza extrema, con índices de dependencia muy fuertes, no goza de una infraestructura y equipamiento urbano que le garantice un eficiente desenvolvimiento con la zona donde habitan. Es por ello que necesitan involucrarse con diferentes sectores del AMC.
La vialidad está en muy malas condiciones, causando aislamiento, exclusión y segregación social forzada desde el espacio público, la ciudad, dado a que estas características no solo reducen la movilidad de sus habitantes, sino también de sus visitantes, lo cual desfavorece la interacción de los mismos en múltiples ámbitos.
Los usuarios de los Sistemas de Transporte Público, encuentran más dificultades que facilidades al momento de desplazarse, lo cual causa que solo se movilicen para realizar actividades ineludibles, como por ejemplo ir a trabajar; esto se debe a que gozan de Sistemas de Transporte Público con las mínimas variables necesarias para la movilización (entiéndase su función de trasladar personas de un lado a otro); en consecuencia muchos no tienen la vida que valoran con los medios que desean (ejemplo, realizar otras actividades y recrearse), lo que degenera en una caída en su nivel de vida, así como en encontrase en condición de exclusión social, al no poderse integrar ni disfrutar de todos los beneficios que ofrece la ciudad.
La pérdida de la noción del espacio público (concepción que caracteriza a cualquier tipología de ciudad), y más aún dentro de las unidades de Transporte Público, en el imaginario colectivo de los habitantes de Turgua, afecta directamente el derecho al disfrute del espacio urbano, trayendo como consecuencia una suerte de apatía en cuanto a la resolución de problemas que solo tiene un agente afectado directo: el usuario y en consecuencia la población. Este aspecto, convierte a los ciudadanos en actores pasivos y dependientes de su entorno en contraposición al deber ser de ciudadanos activos e interdependientes; generándose una normalidad ficticia o alienación con respecto a la situación que viven y padecen.
Por lo tanto, a juzgar por los resultados obtenidos en la presente investigación, se puede inferir que las cualidades del entorno urbano, en donde se incluye el Transporte Público como un elemento vital para la movilización dentro del espacio, influyen de manera directa sobre la vida de los habitantes, mejorándola o desmejorándola según sea el caso. Así mismos funcionan como elementos que incluyen o excluyen de sus dinámicas, en diferentes niveles, a la población que habita en un área urbana, y más aún, en aquellas zonas en transición hacia lo urbano.
Caracas, para el año 2001, contaba con una población de 3.226.966 habitantes, catalogada como Metrópolis, presentaba una débil integración del espacio urbano, un 16% de la construcción estaba destinada a la vialidad cubriendo apenas el 30% de la demanda para la fecha. En la actualidad, el 20% de los viajes se realizan el vehículo particular, ocupando el 80% de este espacio, mientras que el 80% de los viajes se realizan en transporte público, los cuales ocupan el 20% del mismo. El transporte público es catalogado como de mala calidad, con poca oferta en relación a la demanda existente y un marco legal pobre y ambiguo.
Turgua es una población que presenta condiciones de pobreza extrema, con índices de dependencia muy fuertes, no goza de una infraestructura y equipamiento urbano que le garantice un eficiente desenvolvimiento con la zona donde habitan. Es por ello que necesitan involucrarse con diferentes sectores del AMC.
La vialidad está en muy malas condiciones, causando aislamiento, exclusión y segregación social forzada desde el espacio público, la ciudad, dado a que estas características no solo reducen la movilidad de sus habitantes, sino también de sus visitantes, lo cual desfavorece la interacción de los mismos en múltiples ámbitos.
Los usuarios de los Sistemas de Transporte Público, encuentran más dificultades que facilidades al momento de desplazarse, lo cual causa que solo se movilicen para realizar actividades ineludibles, como por ejemplo ir a trabajar; esto se debe a que gozan de Sistemas de Transporte Público con las mínimas variables necesarias para la movilización (entiéndase su función de trasladar personas de un lado a otro); en consecuencia muchos no tienen la vida que valoran con los medios que desean (ejemplo, realizar otras actividades y recrearse), lo que degenera en una caída en su nivel de vida, así como en encontrase en condición de exclusión social, al no poderse integrar ni disfrutar de todos los beneficios que ofrece la ciudad.
La pérdida de la noción del espacio público (concepción que caracteriza a cualquier tipología de ciudad), y más aún dentro de las unidades de Transporte Público, en el imaginario colectivo de los habitantes de Turgua, afecta directamente el derecho al disfrute del espacio urbano, trayendo como consecuencia una suerte de apatía en cuanto a la resolución de problemas que solo tiene un agente afectado directo: el usuario y en consecuencia la población. Este aspecto, convierte a los ciudadanos en actores pasivos y dependientes de su entorno en contraposición al deber ser de ciudadanos activos e interdependientes; generándose una normalidad ficticia o alienación con respecto a la situación que viven y padecen.
Por lo tanto, a juzgar por los resultados obtenidos en la presente investigación, se puede inferir que las cualidades del entorno urbano, en donde se incluye el Transporte Público como un elemento vital para la movilización dentro del espacio, influyen de manera directa sobre la vida de los habitantes, mejorándola o desmejorándola según sea el caso. Así mismos funcionan como elementos que incluyen o excluyen de sus dinámicas, en diferentes niveles, a la población que habita en un área urbana, y más aún, en aquellas zonas en transición hacia lo urbano.
Estilos de vida y Transporte Público Urbano
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