Desde hace una década aproximadamente Venezuela ha sufrido una fuerte inmigración de sus pobladores hacia otras partes del mundo que le ofrecen mejores condiciones de vida. En muchos casos han sido víctimas de secuestros y robos a mano armada, y en los peores casos la amenazas o muerte de algún familiar cercano.
Por muchas razones se han ido, o todavía están intentando quedarse fuera del país...pero sobretodo porque la decisión tomada fue no seguir "luchando" y "huir por la derecha" hasta que "las cosas se mejoren" y se pueda regresar a aquel país lleno de oportunidades y progresos que en algún momento de la historia fue; aquel país donde el clima es realmente un paraíso tropical y donde se puede hacer dinero sin mucho esfuerzo...
En el exterior muchas personas han criticado la postura que sólo muy pocos tenemos de "no querer estar enterados de lo que sucede en nuestra patria cada 5 minutos", a lo que algunos respondemos "no me quiero estresar por tanta cosa que no puedo resolver". Pero ciertamente esa es una respuesta política para no entrar en detalles, porque la respuesta real es "yo no voy a ninguna parte ni estoy enterada ni hablando cada 5 minutos sobre el tema porque no soy hipócrita y no creo en pancarticas en el exterior".
Nunca he sido una persona hipócrita por eso es que no estoy como la gente quiere y todo el mundo está, porque si estoy en el exterior en este momento es porque tengo la oportunidad, la estoy aprovechando al máximo y no le veo solución a los problemas actuales del país y no tengo un sentido filantrópico ni altruista lo suficientemente alto para quedarme a "luchar" por algo de lo cual ya estoy bastante decepcionada... Con banderitas al frente de una embajada, gritando consignas dentro de un país que garantiza tu seguridad física, esperando a que Godot llegue y castigue a los "malvados" aquellos que le están haciendo daño al país, no vamos a lograr nada. Los únicos que pueden hacer algo ahora son aquellos altruistas que teniendo todas las oportunidades para salir de ese problema se quedan y hacen lo mejor de sí, en el lugar correcto y sin esperar a que a que "mami o papi" institución supra nacional castigue al hermano malo, es decir, superando aquel locus de control externo que tan gravemente lo tenemos en la sangre de nuestra propia cultura..
Así que, compatriotas venezolanos en el exterior, déjense de hipocresías que con flores y cartelitos bonitos no se resuelven los problemas del país, regrésense, "luchen" y guárdenle fidelidad a las acciones que hacen...
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