Alas rotas

"Face your fear,
Accept your war,
It is what it is"
               Dalí 1947

Nací con un universo alborotado, y por todas las cosas que he vivido aquella tarde la astróloga, en el medio de una confusión, determinó que no había nacido a las 12:30am como me había dicho toda la vida mi mamá, sino a las 12:15am del día 20 de septiembre del año 1983 en Caracas - Venezuela, siendo mi ascendente géminis y no cáncer. Ella dijo algo como: los géminis (ya tenía marcado ese signo en mi vida como una cicatriz) a veces se caracterizan por llevar una vida complicada, un poco inestable y siempre con nuevos, retos que no paran; son Prometeo (Mercurio en la mitología romana), el que le roba el fuego a los dioses para entregárselo a los hombres, por lo cual sufrió la peor de las condenas por toda la eternidad.  

Pues ¡sorpresa! al final del camino no se equivocó, los momentos en donde me he sentido bien, sonrío a cada rato o simplemente me siento confortable, son desgarrados de mi vida de manera muy cruel y fugaz, rompen mis alas cada vez que quiero soñar con "algo mejor", como si simplemente no lo mereciera. Para muchos soy la warrior, la que se enfrenta a todo, la que tiene una energía incalculable para levantarse una y otra vez, sonriéndole al mundo porque ya el mar tiene una saturación de sangre considerablemente alta, la amiga fiel, a veces la que siente contemplación otras no tanto y el frío se apodera casi completamente de su corazón. En fin, la "guerrera" una vez más...

La longitud de la vida siempre ha sido un tema controversial para muchos, y pese a que hace poco, en una conversación normal en local cerca de la playa, me dijeron "eres muy dura contigo misma, bla bla bla, vas a tener una vida larga", y wow!!! si es de tener una vida larga que sea de calidad, de lo contrario, ¿cuál es el disfrute de luchar contra la corriente como los salmones, borrar la sonrisa de mi cara una y otra vez, y levantarse de nuevo agotado para disfrutar las pocas migajas de pan que te da la vida?, si es largo que sea de calidad, de lo contrario no quiero vivir como miserable, cumpliendo una "función de la vida que no entiendo", explicarme de mil formas las cosas para conseguirle algún sentido a esta locura y tener las fuerzas para levantarme cada mañana y reponer mis armas...

En fin, algunas creencias dicen "si te tocó vivir esto y aquello es porque tienes la fuerza para ello" ... entonces qué? me tengo que acostumbrar a pensar que cuando mis alas se abren es porque muy cerca van a ser cortadas, a que no estoy hecha para vivir sonriendo, y que la temperatura de mi corazón es bajo cero?... Quizás la aceptación es parte de la felicidad nublada...