junio 23, 2014

Pipi mil pupu dos lucas

Apoyando siempre la producción nacional (además de que alguno de los actores eran conocidos) fui a ver la película de bajo presupuesto privado llamada Pipi mil pupu dos lucas...

Este film con auna temática de delincuencia, muerte y drogadicción creo que está lanzada en uno de los peores momentos de la realidad venezolana... cuando tu novio fue víctima de un secuestro, hace dos meses secuestraron y asesinaron a su jefe, cuando a tus amigos le roban el celular con armas en medio del tráfico y en el transporte público, cuando vas a un barrio y los cuentos son de tiroteos entre bandas, malandreo, muertes y miedo, etc etc etc., lo único que puedes sentir es repulsión y ganas de salirte de la sala de cine aunque los productores hayan hecho un excelente trabajo al mejor estilo de Tarantino...

Los actos no sólo son lo que son, sino que adquieren significado y sentido de acuerdo al mensaje que se transmite y es reproducido. En este sentido no voy a negar la profunda indignación, espanto y ganas de salir corriendo del país (una vez más) cuando se logró hacer una buena producción con un tema cliché y recurrente en la mayoría de las películas venezolanas, cuando pareciera que eso es lo único que tenemos en la mente en donde lo producimos y reproducimos socialmente sin ninguna intensión de salir de ese círculo. Cuando los mensajes que transmite la película son: todos son criminales, la vida no vale nada, es chiste secuestrar y matar a alguien, el secuestro es una actividad ordinaria, la ausencia de productos de la cesta básica es motivo de burla, para conseguir dinero no hay que trabajar más y ser el mejor sino cometer un acto delictivo, todos van a morir, etc, etc, etc.

Este film me ha dejado un verdadero sabor a ¿cuáles son los valores que se están reproduciendo en nuestra sociedad?, ¿realmente la criminalidad desatada es lo único que tenemos en la cabeza?, ¿realmente nuestro problema como país es sólo un problema de dirigentes? ... no solo nos estamos matando físicamente los unos a los otros, también estamos matando los pocos valores sanos que quedan...estamos viviendo como ratas sin un mínimo de calidad de vida y lo peor es que la gente se está acostumbrando a ello...

Qué tristeza como el país que te dio tantas cosas, en pocos años te las quita sin garantía a la devolución...


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